Se dice que la Juventud es la Primavera. Es muy
correcto porque la Juventud tiene muchos sueños, esperanzas y llenos de vida.
La Primavera nos trae un viento nuevo para empezar una etapa nueva.
Ya llegó la Primavera. Lluvia de sol como una
bendición, la vida renace en su luz.
La tierra negra se vuelve verde y las montañas y el
desierto un bello jardín. Los lapachos han florecido maravillosamente en todos
lados en el país. Como la semilla lleva
nueva vida hay en esta Primavera una nueva era.
Empezamos la Primavera con una misión especial en
Tacumbu con los novicios, los jóvenes vocacionables de la Congregacion del
Verbo Divino, juntos con las religiosas y jóvenes de otras congregaciones para tener
una nueva experiencia de pastoral penitenciaria. Queremos salir de las rutinas cotidianas
y practicamos la fe a través de las obras sencillas pero concretas para
cultivarla y vivirla positivamente. Me gusta lo que Jesús decía en el Juicio
Final : “Les aseguro que cada vez que lo hicieron con el más
pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo." (Mt 25, 40). Las lecturas del Domingo XXIV del ciclo B nos sugieron como punto para
nuestras reflexiones el tema de la fe y las obras, uno de los mas fundamentales
de la vida cristiana “La fe sin obras esta muerta por dentro” ( Sant 2,17).
El próximo 11 de octubre iniciará el Año de
la Fe, convocado por Benedicto XVI. El Año de la Fe "es una invitación a
una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo"
(Porta Fidei, 6). Estas fechas coinciden dos aniversarios: el 50 aniversario de
la apertura del Concilio Vaticano II y el 20 aniversario de la promulgación del
Catecismo de la Iglesia Católica. La clausura, el 24 de noviembre del año 2013,
será la solemnidad de Cristo Rey.
El Papa invita a una "auténtica y
renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo". El objetivo
principal de este año es que cada cristiano "pueda redescubrir el camino
de la fe para poner a la luz siempre con mayor claridad la alegría y el renovado
entusiasmo del encuentro con Cristo". Como dijo Benedicto XVI, el
alcance será universal. "Tendremos la oportunidad de confesar la fe en el
Señor Resucitado en nuestras catedrales e iglesias de todo el mundo; en
nuestras casas y con nuestras familias, para que cada uno sienta con fuerza la
exigencia de conocer y transmitir mejor a las generaciones futuras la fe de
siempre. En este Año, las comunidades religiosas, así como las parroquiales, y
todas las realidades eclesiales antiguas y nuevas, encontrarán la manera de profesar
públicamente el Credo".
El Boletín del Noviciado SVD esta el número
penúltimo y nuestros proyectos, planes pastorales están también logrando éxitos
después del tiempo sembrando. Cada uno prepara las evaluaciones personales y
revisa las obras que hizo. La Primavera nos ayuda a tener un espíritu y un
ambiente nuevo para realizar los proyectos nuevos. Que Dios- la Primavera
eterna nos bendiga y nos ayude a vivir la fe activamente. ¡Feliz Primavera!
P. Antonio Tran, SVD.