lunes, 15 de abril de 2013

LOS DESAFÍOS DE ANIMACIÓN VOCACIONAL




Algunos cohermanos me han cuestionado: “¿Por qué hubo muchas vocaciones hace años.  Pero ahora hay menos Antonio?” Yo también me pregunto : ¿Acaso no hago bien lo que la Provincia me entrega?”.
Cuando empecé a ejercer el servicio como un promotor vocacional de la Provincia hace 3 añitos, me preocupé mucho y intenté, probé todas maneras y formas para conquistar y convencer a los jóvenes que tienen inquietudes vocacionales para la Provincia. Sinceramente puedo decir que tuve más fracasos que éxitos.
Los jóvenes de hoy no son como ayer. Los jóvenes hoy tienen menos consistencia en la vivencia de los compromisos; son frágiles emocionalmente, dependientes afectivamente. Les gustan las cosas cómodas y tienen mucha libertad, y por estos no quieren una disciplina según la vida religiosa. Ellos son inconstantes, superficiales, con poca resistencia a las dificultades. A ellos, la formación religiosa es deficiente. Los jóvenes en el interior tienen una baja formación y les cuesta mucho cuando participan las jornadas vocacionales. Algunos muestran poca responsabilidad y poca capacidad para el silencio. Otros son dispersos, indisciplinados y desmotivados. Éstos son mis gran desafíos.
Otra parte, algunos cohermanos no me corresponden para hacer bien el servicio. Si los cohermanos encargados en los colegios verbitas y las parroquias verbitas que tienen un pequeña atención sobre el proyecto provincial, especialmente sobre los recursos humanos o sea- personales en el futuro de la Provincia, tendremos suficientes vocaciones en el porvenir para reemplazar a los cohermanos mayores.
Ojala cada cohermano sea un promotor vocacional para cultivar, ayudar y acompañar la semilla vocacional en su tierra local donde está sirviendo.
P. Antonio Tran, svd