miércoles, 12 de octubre de 2011

PROMOCIÓN VOCACIONAL



1. ¿Cómo puedo promover la adoración por las vocaciones?
María Teresa pregunta:
Muy querido Padre,
Soy catequista de una parroquia en España y veo cómo los jóvenes tienen cada vez más dificultad para encontrarse con Cristo. Hay muchas distracciones y por eso muchos llamados no perciben su voz. Me entristece porque podrían ser muy felices encontrando su camino. El otro día leí en el evangelio que Jesús nos invitaba a "rogar al dueño de la mies" para que envíe operarios a su viña y decidí que tendría que proponer la adoración eucarística por las vocaciones en mi parroquia. Pero ahora no sé cómo hacerlo. ¿Me puede ayudar o sguerir algo?
Respuesta : Muy estimada María Teresa,
La felicito por su interés por las vocaciones. Sin duda el Señor la premiará por tomar en primera persona esta tarea fundamental para la Iglesia.
Para promover la adoración por las vocaciones, le recomiendo, en primer lugar, hablar con el párroco para conseguir su autorización. Una vez hecho esto, empiece con un pequeño grupo de personas que quieran estar en la adoración. No hace falta que sea algo espectacular, pero sí que estén ahí presentes, delante del Señor.
En esta sitio de internet puede encontrar una guía para la adoración por las vocaciones que puede serle de gran utilidad.
Ahora bien, además de orar, conviene que todos los participantes salgan con el compromiso de invitar a otra persona la próxima vez.
Si, con el tiempo, logra tener un coro (especialmente de jóvenes), y va dando protagonismo a diversas personas, sin duda ninguna esta experiencia florecerá. Creará, además, un especio de silencio para que todos puedan encontrarse con el Señor y si hubiera algún llamado -- y seguramente lo habrá -- pueda acoger la invitación del Señor a trabajar en su viña.
Es muy recomendable, también, que procure crear la tradición de la adoración poniendo un día y horario fijo, por ejemplo, el primer viernes de cada mes. Así todos saben que ese día tienen una cita con el Señor. Y promuévalo a lo grande: no tenga miedo.
Cuente con mis oraciones.

2. ¿Cómo llevar a cabo una pastoral vocacional efectiva?
Don Guillermo L. pregunta:
Estimado Padre,
¡Paz y bien! Soy sacerdote y vicario en una parroquia desde hace unos años. El obispo me ha encomendado el trabajo con los niños y adolescentes y, sobre todo, la catequesis. Mi máxima ilusión es que de mi parroquia salgan vocaciones al seminario... pero no sé por dónde empezar ni qué hacer ni qué no hacer para promover eficazmente las vocaciones entre los chicos y entre las familias. ¿Qué me recomienda?
Respuesta : Querido don Guillermo,
Gracias muy sentidas por el recuerdo en la Eucaristía. Ése es el don más grande que el Señor nos ha dejado y lo más grande que podemos hacer los hombres para dar gloria a Dios y trabajar para la salvación de las almas.
Lo felicito por su interés por la promoción vocacional. Es algo inherente a nuestra vocación sacerdotal. Tan claro lo ven los santos que, se dice, que san Rafael Guízar y Valencia, obispo de Veracruz (México) prohibió a sus sacerdotes morir si no habían conseguido al menos un sustituto... No sé si la anécdota es cierta o no, pero al menos es muy elocuente.
No existen fórmulas mágicas para la promoción vocacional. Pero sin duda pasa, por una parte, por la oración y el sacrificio, por la predicación en la que se hable claramente del sacerdocio como una vocación hermosa, de predilección, y en la atención personal en la dirección espiritual y en los sacramentos a los chicos en los que podría alentar el llamado.
Hoy, precisamente, he encontrado un "decálogo de la promoción vocacional" que publicó el obispo de Jérez (España) con ocasión del día del seminario del año 2007. Creo que tiene intuiciones muy válidas y puede econtrarlas en este enlace.
Sobre todo, fomente la devoción eucarística, la vida de oración y el contacto personal de los niños y adolescentes con Jesús. También si ellos ven en Ud. la alegría y la coherencia de una vida sacerdotal que tiende a la santidad, que refleja la caridad del Buen Pastor, que hace que don Guillermo desaparezca y aparezca Cristo, entonces podrán preguntarse: ¿no será que también a mí el Señor me llama?
(Este es enlace ):
Obispo de Jerez ofrece un decálogo vocacional
"El planteamiento vocacional tiene que ser claro, directo y sin ambigüedades", asegura
Con motivo de la celebración del Día del Seminario el próximo domingo 18 de marzo y el lunes 19, festividad de San José, el Obispo de Jerez, Mons. Juan del Río Martín, dio a conocer un "decálogo vocacional" con valiosas claves y recomendaciones sobre el trabajo de promoción de las vocaciones al sacerdocio.
MADRID, 13 Mar. 07 / 08:20 pm (ACI).- Con motivo de la celebración del Día del Seminario el próximo domingo 18 de marzo y el lunes 19, festividad de San José, el Obispo de Jerez, Mons. Juan del Río Martín, dio a conocer un "decálogo vocacional" con valiosas claves y recomendaciones sobre el trabajo de promoción de las vocaciones al sacerdocio.
La jornada de este año, cuyo lema "Sacerdotes, testigos del amor de Dios" está inspirado en la encíclica "Deus caritas est" del Papa Benedicto XVI, busca "redescubrir y valorar a los sacerdotes que, a pesar de las deficiencias humanas, hacen presente las acciones salvíficas de Jesucristo", señala el Prelado en su carta pastoral.
"Esta celebración nos lleva a plantearnos seriamente qué hacemos en favor del sacerdocio diocesano y que medios estamos poniendo para suscitar entre nuestros jóvenes la opción" por el sacerdocio, señala.
"Dios sigue llamando. No podemos estar continuamente echándole la culpa de la falta de vocaciones a lo mal que está la vida, la sociedad, la juventud. De hecho, la llamada pastoral vocacional no es tanto una pastoral especializada sino un sembrar, cultivar y recoger el fruto natural de la vida de una comunidad", explica.

El Decálogo
Por ello, y de cara a la Campaña del Seminario, Mons. Del Río propone el siguiente "sencillo decálogo":
1. El planteamiento vocacional tiene que ser claro, directo y sin ambigüedades.
2. La llamada a ser sacerdote no es un añadido ocasional sino es una oferta pastoral, catequética y espiritual desde la infancia hasta la edad adulta.
3. El ser cura no es algo oscurantista, de otro tiempo o sólo para gente especiales; sino que es una invitación a ser libres y felices según el modelo de Jesucristo el Buen Pastor.
4. La existencia de las comunidades cristianas requieren que haya presbíteros. Los carismas y los ministerios laicales no suplen la necesidad de pastores.
5. Apoyar a nuestro Seminario Diocesano y seminaristas, con un mayor conocimiento de esta institución que es el "corazón de la diócesis".
6. Intensificar las actividades vocacionales en torno al Seminario y Delegación de Pastoral Vocacional, creando un clima entre los agentes de pastoral y catequistas en favor de la vocación sacerdotal y del Seminario como centro diocesano para formar a los futuros presbíteros.
7. Que las familias cristianas, y las distintas comunidades, movimientos y asociaciones cultiven la vocación sacerdotal y a la vida consagrada entre sus miembros a fin de que los jóvenes respondan a la llamada de Dios con responsabilidad y alegría.
8. Intensificar los "jueves eucarísticos y sacerdotales", como expresión celebrativa y orante de la preocupación comunitaria por los sacerdotes, las vocaciones y el Seminario.
9. Que en los centros educativos católicos, así como en otras actividades docentes y formativas, se explicite con profundidad las novedades del ministerio ordenado y su oficio imprescindible para que el pueblo tenga el alimento necesario de la Palabra, los Sacramentos y la Caridad.
10. Invertir en el Seminario es preparar el mañana de nuestra Diócesis. Ello requiere esplendidez en la colecta del día del Seminario y en otras donaciones, a fin de que podamos atender las necesidades de mantenimiento, profesorado, y contar con unas instalaciones que respondan a las exigencias de los nuevos tiempos.
ACI Prensa
                                                       

3. ¿No es violentar la conciencia proponer la vocación?
Lourdes pregunta:
Estimado padre Ricardo,
Soy religiosa y me dedico a la enseñanza. En mi comunidad llevamos algunos años sin tener vocaciones. Yo creo que nos falta proponerlo e invitar a las chicas que estudian en el colegio a que conozcan nuestro estilo de vida (a mí me invitaron cuando estudiaba en un colegio de la congregación). Sin embargo, muchos me dicen que hay que respetar la libertad y la conciencia de los demás. Intuyo que hay algún sofisma metido en este consejo, pero no estoy segura. ¿Qué me recomienda?
Respuesta : Estimada hermana,
Gracias por su pregunta. Me parece percibir, por una parte, su preocupación por la falta de vocaciones en su instituto y, al mismo tiempo, un sincero amor al mismo. Le pido al Señor que le conserve siempre estas actitudes tan importantes para quienes le seguimos como religiosos.
Como Ud. bien anota, hay un sofisma muy grande en ese consejo que le dan, aunque diga una verdad muy importante. La vocación no la damos nosotros, no la inventamos, mucho menos la imponemos: es una obra de Dios que, a través de su Espíritu Santo, se va haciendo presente en los corazones de las personas que Él ha elegido para seguirle. Por ello, no es correcto nunca presionar a nadie para que consagre su vida al Señor contra su voluntad. Eso sí sería una actuación indebida, que no tiene presente la libertad de la persona. De hecho, como Ud. sabe y afirma el Código de Derecho Canónico, ingresa inválidamente al noviciado, emite los votos religiosos inválidamente, e incluso recibe el sacerdocio inválidamente quien accede a ellos por temor, por presiones, engañado y no libremente.
Dicho esto, nos toca desenmascarar el sofisma. Proponer NO es equivalente a presionar. A nadie le escandaliza que a una chica se le proponga estudiar inglés en Inglaterra, ir a un viaje, estudiar ingeniería o empresariales o leyes... Incluso las universidades van a las preparatorias o bachilleratos a "promoverse" para ver si logran atraer a los estudiantes a formarse con ellos. Esto es legítimo, y nadie lo tildaría de presión o manipulación. Estas propuestas se hacen para que la persona pueda tener opciones y entonces elegir libremente.
Lo que sí sería una grave injusticia sería el ocultarle algunas de las opciones que tienen, por respeto humano, por temor al qué dirán o por un mal entendido "respeto" a la conciencia. La libertad reside en la voluntad, pero la voluntad puede activarse sólo ante un bien conocido. Si no conoce la opción por la vida consagrada o, en le caso de los chicos, por el sacerdocio, se les hace tanto daño como si no se les hablara de la opción por el matrimonio.
Por lo mismo, la animo a dar testimonio de su vida religiosa y a invitar a aquellas chicas que pudieran tener el don incomparable de la vocación a que, si lo desean, conozcan su comunidad. Si también hay chicos en su colegio, o conoce a algunos jóvenes, le sugiero que también los invite a conocer el seminario o alguna orden religiosa o que invite a los promotores vocacionales de la diócesis o una congregación a que les hablen.
La encomiendo para que, como san Andrés hizo con su hermano, Pedro, Ud. también cuente a los otros lo que ha encontrado en Cristo para que lo sigan. Por favor, no deje de encomendarnos en sus oraciones a todos los que trabajamos en la viña del Señor, para que podamos dar testimonio de la alegría de ser sólo de Él.
                                                          
4. ¿Cómo puedo cuidar mi vocación?
Enrique Simmonds pregunta:
Soy un joven que quiero consagrar mi vida al Señor. El período de ingreso en el seminario, ya pasó por este año y creo que debo esperar al otro año para ingresar. ¿Que puedo hacer mientras pasa el tiempo para ingresar en el seminario?
Respuesta : Lo que te puedo recomendar mientras esperas para ingresar al seminario el próximo año es lo siguiente:
1.     Incrementar tu vida de oración y tu vida sacramental, principalmente la recepción de la Eucaristía y la confesión, así podrás disponer mejor tu alma a escuchar lo que Dios te vaya pidiendo.
2.     Tener comunicación frecuente con tu director espiritual o con el sacerdote que te esté orientando o ayudando para ingresar al seminario.
 3.     Mantenerte en contacto con el seminario para poder participar en el proceso vocacional que te permita ir dando los pasos necesarios para entrar el próximo curso
4.     Aprovechar tu tiempo en trabajar o estudiar siguiendo tu carrera si es que ya las habías empezado o, si no habías entrado todavía a la universidad, estudiar algo que te pueda servir después como idiomas, computación, etc
En general cuida tu alma y tu vocación, para ello no la expongas. Ten presente que es un tesoro que no todos aprecian, por ello, cuídala.

5.¿Qué debo hacer para seguir el llamado?
Mónica Martínez pregunta: Desde niña he sentido que tengo una misión en la iglesia, pero esa idea se ha perdido hasta hace poco por lo que no sé si estoy sintiendo un llamado de Dios, ¿Qué debo hacer?
Respuesta : Si crees que el llamado de Dios nuevamente ha vuelto a renacer en tu interior quizá sea porque efectivamente Dios te quiere hacer ver que te quiere para una misión. Para descubrirlo te recomiendo iniciar un proceso vocacional de modo que puedas descubrir si efectivamente Dios te llama y seguirlo.     

6 ¿Qué hago para descubrir mi vocación?
Macarena pregunta: P. Ricardo, Estoy algo confundida... estoy por terminar mi carrera universitaria y, aunque no soy una católica ejemplar, siento que Dios tiene algo especial reservado para mí. No quiero lanzarme a la vida profesional sin estar segura del plan de Dios. ¿Qué hago para descubrir cuál es mi vocación?
Respuesta : Estimada Macarena, Es muy hermoso ver que el Espíritu Santo está tocando a las puertas de tu alma para que des un sentido profundo a tu existencia. Creo que la superficialidad, el vivir evento tras evento, sin percibir la historia que vamos escribiendo con cada una de nuestras decisiones es la fuente de mucha insatisfacción. Y Dios quiere que tú no seas víctima de acontecimientos, sino que tomes la vida en tus manos. Agradece mucho esta gracia.
¿Qué hacer para descubrir tu vocación? Dado que la vocación es un llamado y un don de Dios, creo que lo más importante es preguntarle al Señor qué es lo que quiere. Claro, Él no tiene ni teléfono, ni E-mail... pero lo puedes encontrar en el Sagrario, en la comunión, en la confesión, y en la dirección espiritual. Habla con Él de corazón a Corazón, para que Él te descubra su voluntad.
Una cosa importante es que distingas bien, como parece que haces, entre profesión (que es algo que hacemos) de vocación (que es alguien que somos)... Si la respuesta es importante, lo es también el modo de hacer la pregunta. Que María te ilumine y acompañe en esta búsqueda. Cuenta con mis oraciones,

7. ¿Tiene algún texto sobre la vocación?
Marina pregunta: Padre, Estoy haciendo un trabajo sobre la vocación y el deseo de responder a ese llamado. Pero me hace falta alguna frase bonita que me ayude y que yo también pueda meditar. ¿Me recomienda alguna?
Respuesta : Muy estimada Marina, Textos sobre la vocación hay muchísimos, de santos, de los padres de la Iglesia, de los Papas, de fundadores de órdenes religiosas... Cristo mismo cuando llama a cada apóstol y le dice "Ven y sígueme". Pero con mucho gusto te comparto un párrafo de una carta del P. Marcial Maciel a un seminarista el 14 de marzo de 1964 en el que le habla de la vocación:
«La historia de su vocación es inmensamente hermosa. Se desarrolló como se desarrollan los grandes poemas de amor: una mirada, una sonrisa, un paso hacia la entrega; después temores, repliegues, deseo de olvidar, egoísmo y ... una nueva invitación, nada de exigencia absoluta... y el ejemplo de tantas almas generosas le lleva nuevamente a la reflexión, esta vez más profunda, más lenta, hasta que por fin rompe Ud. con su sensibilidad, con su ambiente, con sus cosas, con su egoísmo. Y Dios se le manifiesta con claridad absoluta, exige todo su ser, no solamente un rincón en los recuerdos de su alma. Le pide toda su inteligencia, toda su voluntad, toda su vida, para hacerlo copartícipe de su sacerdocio eterno y socio activo en la redención de la humanidad. Dios le llama todos los días y todos los momentos, quiere lograr de Ud. un fiat como el de María para poder entregarse más libremente a la obra de su transformación divina. Solamente quienes como Ud. han vivido esta lucha de insinuaciones amorosas de Dios y de entrega tímida pero plena de buena voluntad, esta especie de tragedia o de poema, como quiera Ud. llamarlo, podrán comprenderlo en toda su profundidad».
Espero que te ayude para tu trabajo y, sobre todo, para tu oración y descubrir el poema de amor que Dios quiere escribir contigo. Te pido una oración por las vocaciones,